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Recetas paso a paso

Almejas a la marinera receta asturiana

¡Almejas a la marinera, el abrazo cálido de Asturias en tu mesa!

Esta receta es un viaje directo al corazón de la gastronomía asturiana, rápido y sin complicaciones. Disfruta de la frescura del océano y el cariño de una preparación casera que deslumbra en cada bocado. ¡Un deleite sencillo y rápido que enamora!

¡Ingredientes necesarios!

¿Listo para un festín asturiano? ¡Las almejas a la marinera te están llamando! Aquí va mi lista personal de imprescindibles:

ingredientes almejas a la marinera estilo asturiano
  • Almejas: Yo siempre busco las más jugosas, con ese sabor a mar que te transporta a la costa asturiana con cada bocado. Si no encuentras frescas, las enlatadas de calidad son un plan B estupendo.
  • Ajo y cebolla: La pareja perfecta para comenzar cualquier aventura culinaria. ¿Sabías que en Asturias se cultivan algunos de los mejores ajos? ¡No escatimes en calidad!
  • Perejil: Siempre lo pico fresco, el aroma es incomparable y levanta el ánimo de cualquier plato.
  • Vino blanco: Un truquito es usar uno que te gustaría beber, así nunca fallarás en la elección. ¡Y un sorbito para el chef mientras cocina no está mal visto!
  • Pimentón: A mí me gusta el ahumado, le da un toque rústico que enamora.
  • Harina: Para celíacos, siempre tengo a mano harina de arroz, que no altera el sabor y da una textura ideal.

Desde mi experiencia, jugar con los sabores es lo que hace única cada receta. Si te apasiona el picante, una pizca de cayena puede ser tu secreto. Y para los que evitan el gluten, la harina de arroz es un sustituto fantástico. ¡Anímate a dejar tu huella en este clásico asturiano!

Preparación de las almejas

¡Emocionante! Vamos a dar el primer paso en nuestra aventura culinaria asturiana. La preparación de las almejas no es solo un proceso, es una experiencia que te transporta a las brumosas costas de Asturias. ¡Y te voy a guiar en cada paso!

  1. Empezamos con la limpieza y el purgado, un paso que no puedes pasar por alto. Sumérgelas en agua salada y observa cómo se desprenden de todo lo que no queremos en nuestro plato. A veces, mientras las almejas reposan, recuerdo las mañanas en la playa con mi abuela, buscando las más frescas para la comida familiar. ¡Qué tiempos!
  2. Ahora, el momento mágico: abrir las almejas al vapor. Colócalas en una olla con un buen vino blanco y espera a que el calor haga su trabajo. Ese caldo que sueltan es un tesoro que dará vida a nuestra salsa. ¡No se te ocurra desperdiciarlo!
cocción almejas a la marinera estilo asturiano

¿Y si no encuentras almejas frescas? Tranquilidad, las congeladas pueden servir, pero siempre que puedas, elige las frescas para un resultado espectacular. ¡Sigue estos pasos y estarás listo para sumergirte en el alma de Asturias con cada bocado!

Elaboración de la salsa marinera

¿Sabías que la salsa marinera puede hacer o deshacer unas almejas a la marinera? ¡Vamos a asegurarnos de que la tuya sea memorable! Yo, por ejemplo, no concibo un sofrito sin un buen chorro de amor y, claro, sin ajo, cebolla y perejil fresco.

El vino blanco, ese elixir que despierta los sabores, es esencial. Aunque, entre tú y yo, si alguna vez me he quedado sin él, he recurrido al truco de un poco de caldo y un chorrito de limón. ¡Funciona de maravilla! Así que siéntete libre de experimentar.

Y aquí viene mi parte favorita: unir las almejas con su juguito al sofrito. Es como orquestar una sinfonía de sabores donde cada nota cuenta. La clave está en la paciencia; deja que todo se cocine a fuego lento y verás cómo se transforma en una salsa que hará que tus almejas bailen de alegría. ¡Y no escatimes en el pan para mojar, que esto va a estar para chuparse los dedos!

Presentación y maridaje

¡Imagina la escena! Una mesa rodeada de amigos, una fuente de almejas a la marinera en el centro, humeante y fragante, invitando a todos a disfrutar. Yo siempre digo que una buena presentación multiplica el placer de comer, y con este plato, es tan sencillo como efectivo. Usa una fuente grande y deja que las almejas se bañen en su salsa, espolvorea perejil fresco justo antes de servir y verás cómo tus invitados se maravillan ante el festín.

Y para beber, déjame contarte un secreto: en mi última visita a Asturias, descubrí un vino blanco local que era pura magia con mariscos. Busca un vino con cuerpo y frescura, y verás cómo realza el sabor de las almejas. Claro que, si eres un amante de las tradiciones, una sidra asturiana bien fría es más que un maridaje, es una experiencia cultural. ¡No hay nada como el chispeante sonido de la sidra al servirla para sentirte en plena fiesta asturiana!

Receta

Almejas a la marinera asturianas

¡Descubre el sabor de Asturias con este plato estrella! Las almejas a la marinera son más que una receta, son un homenaje a las rías asturianas y a las tardes de tapeo que tanto nos gustan.

Recuerdo la primera vez que probé las almejas a la marinera en un pequeño chigre de Gijón, y desde entonces, he perfeccionado mi propia versión de este clásico. Aquí te la comparto:

Ingredientes

Reúne lo siguiente para transportarte a esos inolvidables sabores del norte:

  • 1 kg de almejas, tan frescas que parezcan recién sacadas del mar
  • 2 dientes de ajo, esos que perfuman toda la cocina
  • 1 cebolla tierna, picada con mimo
  • Un puñado de perejil, verde como los prados de Asturias
  • 150 ml de un vino blanco asturiano, que al abrirlo, ya se siente la fiesta
  • 2 cucharadas de harina o maicena, el secreto para una salsa con cuerpo
  • Un chorrito de aceite de oliva, sal al gusto y una pizca de pimentón para dar color y alegría

Si te ves en la tesitura de no encontrar almejas frescas, las de conserva pueden servir, pero siempre que puedas, elige fresco, ¡tu paladar te lo agradecerá!

Instrucciones paso a paso

  • Empieza por dar un baño de mar a las almejas en agua salada para que suelten cualquier resto de arena.
  • En una sartén con historia, sofríe el ajo y la cebolla con aceite hasta que cuenten sus secretos transparentes.
  • Después, espolvorea el pimentón y la harina como si fuera confeti en carnaval, y mezcla con alegría.
  • Vierte el vino como quien brinda por una buena compañía y deja que susurre sus historias al fuego lento.
  • Agrega las almejas, cierra la tapa y espera a que se abran como flores en primavera, listas para impregnarse de la esencia de la salsa.
  • Termina con una lluvia de perejil y sirve al instante, que la vida son dos días y uno es para disfrutar de estas almejas con un vino que hable de montañas y mar.

Anímate a hacerla tuya: si el corazón te pide un poco de picante, añade cayena; si te sientes poeta, juega con laurel o tomillo. Cada almeja es un lienzo esperando tu pincelada.