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Recetas paso a paso

Almejas a la marinera con tomate

Descubre el encanto de las almejas a la marinera con tomate, una receta rápida y exquisita que te enamorará desde el primer bocado.

La combinación perfecta de almejas frescas y un sofrito de tomate casero, este plato fácil y rápido es el secreto para triunfar en cualquier comida familiar.

Ingredientes necesarios

¡Las almejas a la marinera con tomate son un festín para los sentidos! Cada vez que preparo esta receta, me transporto a aquellos veranos en la playa de mi infancia, donde el aroma del mar se mezclaba con el de la cocina local. Aquí tienes los ingredientes que te harán revivir esos recuerdos o crear los tuyos propios.

  • Almejas frescas – Busca las que aún guardan el beso salado del océano. Límpialas con mimo, como me enseñó mi abuela, para que estén perfectas.
  • Tomates maduros – Escoge los que parecen haber capturado el sol en su piel, llenos de sabor y color para una salsa inolvidable.
  • Ajo y cebolla – El alma de nuestra salsa, que debe ser dorada con paciencia para liberar todo su carácter.
  • Vino blanco – Un buen vino es el secreto de una salsa sublime. ¡Elige uno que te encante y no te arrepentirás!
  • Aceite de oliva, sal y perejil – Son los pinceladas finales que coronarán tu obra maestra culinaria.
ingredientes almejas a la marinera con tomate

La cocina es un lienzo en blanco, y tú eres el artista. Si te sientes inspirado, añade una pizca de pimentón dulce o un toque de guindilla para ese calor que recuerda al sol del mediodía. ¡Deja que tu creatividad fluya y haz de esta receta un reflejo de tu pasión por la gastronomía!

Preparación de las almejas

¡Vamos a por esas almejas a la marinera que son pura magia del mar! Te cuento mi truquito para que queden sin rastro de arena: una buena limpieza es fundamental. Ponlas bajo el grifo y frótalas bien, como si les estuvieras dando un masaje revitalizante.

Después, el purgado es esencial. Sumérgelas en agua salada, como si las devolvieras a su hogar marino, y déjalas reposar. Yo suelo aprovechar para poner mi música favorita y bailar un poco en la cocina mientras las almejas hacen lo suyo.

La cocción es sencilla, pero clave. En una cazuela, con un dedo de agua y mucha ilusión, las tapo y espero a que se abran como flores al sol. Es vital que descartes las que se resisten a abrir, es por tu bienestar.

Y aquí entre nos, si te gusta experimentar, atrévete con un chorrito de vino blanco en lugar de agua. ¡El toque gourmet que elevará tu receta a otra dimensión!

Elaboración de la salsa marinera con tomate

¡Prepárate para el aplauso! Vas a aprender a hacer una salsa marinera con tomate que te convertirá en el rey o reina de la cocina mediterránea. Te lo digo yo, que he conseguido más de un "¡olé!" con esta receta.

  1. Empieza la magia seleccionando tomates que parecen haber tomado el sol del Mediterráneo, esos que al abrirlos te regalan su esencia. Cortarlos es empezar a soñar con el plato final.
  2. ¿Huele eso a gloria? Será el ajo y la cebolla que ya estás pochando en la sartén, dorándose lentamente y llenando tu cocina de promesas de un gran festín.
  3. Ahora, añade los tomates al sofrito y observa cómo poco a poco se convierten en una salsa que abraza con sabor cada almeja. La paciencia aquí es tu aliada, ¡no hay prisa en el arte!
  4. Finalmente, introduce las almejas y báñalas con un generoso chorro de vino blanco. Mientras el alcohol se despide, los sabores se entrelazan en un baile que ya quisieran para sí las mejores tabernas costeras.

Y así, querido amigo cocinero, con estos pasos sencillos pero certeros, tendrás una salsa marinera con tomate que hará que tus almejas brillen con luz propia. ¿Te imaginas ya el sabor? ¡Es hora de disfrutar y compartir tu obra maestra!

cocción almejas a la marinera con tomate

Presentación y maridaje

¿Sabes esa sensación de orgullo que recorre tu cuerpo cuando presentas un plato que parece sacado de una revista de alta cocina? ¡Pues prepárate para sentirla! Las almejas a la marinera con tomate no solo son un festín para el paladar, sino también para la vista.

Te cuento un truco: utiliza una fuente rústica de barro y coloca las almejas con mimo, intercalándolas con rodajas de limón y hierbas aromáticas. ¡Es un espectáculo!

En cuanto al vino, recuerdo una vez que, en una pequeña taberna gallega, me sirvieron este plato con un Ribeiro que aún sueño con él. Su sabor ligero y ligeramente floral fue el acompañamiento perfecto. Si estás en un día sin alcohol, un té helado de hibisco con un toque de menta te transportará a un verano eterno.

¡Anímate a jugar con los colores y texturas! Unas hojas de albahaca o unos brotes de espinaca pueden convertir tu plato en un lienzo comestible. Y recuerda, la clave está en disfrutar del proceso tanto como de la degustación.

Receta

Almejas a la marinera con tomate

¡Atención amantes del buen comer! Os traigo una receta que es pura tradición y sabor: las almejas a la marinera con tomate. Un plato que me transporta a los veranos en la costa gallega, donde el aroma del mar se mezcla con el de las cocinas.

Ingredientes

  • 1 kg de almejas frescas, tan del mar que casi te saludan
  • 2 dientes de ajo, picaditos, porque sin ajo no hay paraíso
  • 1 cebolla mediana, picada finita, ¡el alma del sofrito!
  • 400 g de tomate triturado, rojo y jugoso, para una salsa que te hará llorar de alegría
  • 1 vaso de vino blanco, el secreto para cantarle a las almejas
  • Perejil fresco, sal y pimienta, que nunca falten en tu cocina

Ingredientes sencillos para un festín de reyes, ¿no te parece?

Instrucciones paso a paso

  • Primero, mima a las almejas con un buen remojón para que suelten la arena, y déjalas en agua salada un ratito para que se purguen. ¡Que no quede ni un grano!
  • En una cazuela, pocha el ajo y la cebolla hasta que estén dorados y cantarines. Luego, añade el tomate y déjalo cocer a fueguito lento, que se haga una salsa de esas que hacen historia.
  • Ahora viene lo bueno: echa las almejas, el vino blanco y un puñadito de perejil picado. Tapa y espera a que se abran como flores en primavera, señal de que están en su punto.
  • Para terminar, sazona al gusto y dale el toque verde con más perejil fresco. Sirve esas maravillas bien calentitas y no te olvides de un vinito blanco que esté fresquito. ¡Vas a triunfar!

Y no lo olvides, las almejas a la marinera con tomate son como la vida misma, llenas de posibilidades. Si eres valiente y te va el picante, añade unas guindillas. Y si eres de los míos, que no conciben una comida sin pan, prepárate para mojar sin parar. ¡Buen provecho!